Trata de un chico llamado Felipe Montero, él se encontraba
leyendo el periódico en una cafetería, minutos antes de tomar el camión que lo
llevara a la escuela privada en donde es maestro. En el periódico encuentra un
anuncio que dice: “Se solicita Historiador Joven”. Felipe no lo pudo creer, el
salario era cuatro mil pesos, casi cinco veces más que su salario anterior, así
que cumple con todos los requisitos. Felipe busca la dirección y por fin llega
a la casa pero nadie responde ante su llamado en la puerta. La empuja y observa
su interior, estaba oscuro y tenía un
fuerte olor. Pronto la voz de una mujer sonó pidiendo que no encendiera las
luces y que se acercara a ella contando sus pasos. Felipe entra a la habitación
de donde provenía la voz de la mujer que era solo iluminada por velas. En la
cama yacía una anciana, después de eso la mujer le cuenta en que consiste el
trabajo, trataba de escribir las memorias de su difunto marido muerto hace 60
años, con la codician de que se quedara a vivir en su casa.
Felipe de repente se sorprendió al ver a una mujer joven
entrar a la habitación, de una belleza descomunal y con un par de ojos verdes
como mares, en ese instante Felipe acepto quedarse a vivir en la casa.
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